viernes, marzo 04, 2005

A vueltas con los homenajes

En el día de hoy, he vuelto a escuchar otra de las cosas que estremece el buen sentido y casi diría que el buen gusto. Ante la propuesta de la Iglesia Católica de que el próximo viernes 11 de Marzo (día de luto en Madrid), suenen las campanas de todas las iglesias de la comunidad (seiscientas y pico iglesias, nada menos) a la hora funesta en que ocurrieron los atentados del 2004, nos sale la Asociación de Víctimas del 11-M con que no lo consideran apropiado porque les recordará el trágico suceso, (esto lo puedo entender), y porque en los trenes cayeron víctimas inocentes de otras confesiones religiosas. Y este último argumento me parece pacato, mojigato, absurdo y ridículo.

Sin ser creyente en absoluto, entiendo la propuesta de la Iglesia como un homenaje sentido a una serie de víctimas, fueran de la confesión que fueran. Me parece de muy mal gusto criticar y declinar una oferta amable de solidaridad y de homenaje a los caidos. Aunque esto recuerde aquel dia tan negro (alguien va dejar de acordarse porque no suenen las campanas? Se hará más dulce la memoria si callan los almínares?), creo que para una vez que la Iglesia, auqnue solo sea testimonialmente, quiere contribuir al acontecer diario, se le cercene esa intención (buena por donde se mire), y sobre todo se haga desde postulados tan peregrinos.

Y es que a uno se le revuelve algo por dentro cuando se busca la notoriedad por caminos tan aviesos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues voy a ser yo el primero que inaugure los comentarios...
Creo que entiendo tu postura, las campanadas no hacen daño a nadie, otra cosa sería hacer el homenaje de recuerdo repartiendo hostias (consagradas, por favor), o haciendo exorcismos (¡que vuelva el padre Pilón!). Sí, ya son ganas de tocar el badajo.

Anónimo dijo...

A mi que quieres que te diga lo de tocar, tocar las campanas, me parece de muy mal gusto. Sobretodo si vives en un quinto y el días 11 que descansas te las tocan hasta que se te te parta el alma, nunca mejor dicho. Esto de la campana es por piedad, por sobriedad o por apuntarse un requiem no laico...Creo que hay mejores maneras de homenajear a los muertos sin homenajearse de paso.

Anónimo dijo...

yo vivo en un quinto...

pero en la calle de Faunia.
no creo que las grullas aúllen (o com-es-diguis)

pero si oyen las campanas a lo mismo todos los animales de Faunia se creen que es el Armagedón..